Suele ser la duda más común entre las madres primerizas: ¿qué alimentación debo seguir si estoy embarazada?, ¿hay una lista de alimentos prohibidos?, ¿qué pasa si los consumo? Las respuestas a estas preguntas las encontrarás en este artículo. Desde CIMA - Cuidado Integral de la Mujer en Andalucía, queremos contribuir a la salud de la mujer con esta pequeña guía de consejos de alimentación durante el embarazo. 

Antes que nada, es necesario decir que no existe una dieta válida para todas las mujeres embarazas. Cada caso es único y conviene consultar con tu médico cuáles son tus necesidades además de llevar un seguimiento y control del estado del embarazo. A pesar de esto, podemos dar algunos consejos generales para llevar un embarazo saludable. Hay que tener en cuenta que las necesidades nutricionales de una mujer embarazada aumentan, por lo que hay que cuidar más nuestra dieta para que no tengamos deficiencias y vigilar que ésta sea lo más variada y equilibrada posible. Ten en cuenta que, según las Organización Mundial de la Salud (OMS), deficiencias de micro-nutrientes como el calcio, el hierro, la vitamina A o el yodo pueden producir malos resultados sanitarios para la madre y ocasionar complicaciones en el embarazo, poniendo en peligro a la madre y al niño. Por eso es vital seguir una buena alimentación. 

No debes comer el doble. Para llevar un embarazo saludable lo recomendable ir ganando peso de forma gradual. La mayoría de mujeres necesitan ingerir unas 300 calorías diarias más durante los seis últimos meses del embarazo. Es importante ganar peso. Un aumento insuficiente de peso en la madre debido a una dieta inadecuada aumenta el riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer y defectos congénitos. 

Deja completamente el alcohol, tabaco y las drogas. Pueden poner en serio riesgo la salud de tu bebé. Además, debes reducir también el consumo de cafeína. Según el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), es recomendable consumir menos de 200 miligramos de cafeína al día. 

Evita el consumo excesivo de grasas saturadas y alimentos preparados. Por ejemplo, las hamburguesas. El consumo excesivo de grasas saturadas aumenta los niveles de colesterol, por lo que hay que limitar su consumo, aunque no erradicarlo. Por otro lado, el consumo de grasas instauradas es muy importante. Son las que se encuentran en el pescado azul o margarinas vegetales. Éstas contienen el ácido Omega 3, que juega un papel importante en el desarrollo cerebral y ocular del bebé. 

Procura ingerir suficiente hierro, calcio y ácido fólico. Son los tres pilares de la alimentación durante el embarazo, pues influyen en la correcta formación del bebé. Estos nutrientes se encuentran en las verduras, frutas, algunas carnes y pescados, frutos secos o en la soja.  

Evita el consumo excesivo de hígado y patés. El hígado de los animales, y de forma especial de los pescados, tienen alto contenido de vitamina A que, en exceso, incrementa el riesgo de alteraciones en el desarrollo embrionario. 

Consume sal y azúcar de forma moderada. Salvo que tu médico te de indicaciones específicas, sí está permitido el consumo de sal y azúcares durante el embarazado, pero de forma moderada. Utiliza sal yodada para no sufrir una deficiencia de yodo. 

¿Y el jamón curado? Sí, está permitido. Según la SEGO, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el consumo de jamón curado está permitido durante el embarazo.  Según un reciente estudio del Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico, el jamón curado, debido a su largo proceso de curación, no puede portar el parásito toxoplasma gondii, motivo por el cual se les recomendaba a las mujeres no consumirlo.

Si tienes más dudas, no dudes en contactar con nosotros. En CIMA, Cuidado Integral de la Mujer en Andalucía, disponemos del mejor equipo de ginecólogos que seguirán tu embarazo de forma segura.