La depresión posparto es más común de lo que parece, pero en numerosas ocasiones es un mal silenciado. De hecho, hay algunos estudios que indican que la depresión potparto leve afecta hasta a un 80 por ciento de las mujeres en las primeras semanas de vida de el bebé. Una cifra un tanto difícil de calcular, ya que socialmente está mal visto reconocer esta patología.

¿Qué es la depresión posparto? 

La depresión posparto es un proceso depresivo de moderado a intenso que sufre la mujer después del parto. Se puede presentar al poco tiempo de dar a luz o hasta un año después del parto, aunque mayoritariamente ocurre durante los tres primeros meses de vida del bebé. 

A día de hoy, se desconocen las causas exactas de este transtorno, aunque se sabe que los cambios hormonales que sufre la mujer, durante y después del embarazo, están relacionacionados con esta patología. 

Entre los síntomas más comunes de la depresión posparto, se encuentran la sensación de tristeza, agitación e irritabilidad, fatiga, insomnio, cambios de apetito, ansiedad, pérdida de concentración y energía, desinterés sexual, agobios, etc. En otras ocasiones, la depresión se manifiesta a través de una obsesión por la salud del bebé o su alimentación; o, por el contrario, mediante un desinterés hacia el bebé y su estado. 

Consejos para superar la depresión posparto

- Reconoce que tienes un transtorno. En primer lugar, debemos reconocer que tenemos un problema para así poder combatirlo. Aunque sabemos que no siempre es fácil. En nuestra sociedad tendemos a tener una visión idealizada de la maternidad, tratándola como una experiencia maravillosa. Es común la frase de “tener un hijo es lo más bonito que me ha pasado en la vida”, aunque en la mayoría de ocasiones esta perspectiva venga con el paso del tiempo. Lo cierto es que la maternidad es un acontecimiento no siempre deseado, y un proceso muy duro para la mujer. Es importante que la sociedad comprenda esto y se explique la maternidad de un modo realista.

- Pide ayuda en tu entorno. En los primeros meses de vida, el bebé requiere de muchos cuidados y atenciones. Por eso, las madres no debemos de cargar con toda la responsabilidad del cuidado del bebé. Es importante pedir ayuda a nuestra pareja y familiares y personas de nuestro entorno, y en la medida de nuestras posibilidades, buscar el tiempo necesario para descansar física y psicológicamente. 

- Vigila tus descansos. Ya lo hemos dicho antes. Es muy importante descansar bien si queremos conservar nuestra salud física y mental. Con un bebé recién nacido esto no siempre es tarea fácil, por lo que aconsejamos pedir ayuda para sus cuidados y hacer un esfuerzo por adaptarnos al horario que el bebé impone. 

- Intenta encontrar tiempo para ti misma. Salir a pasear a diario, aunque sea con el bebé es una buena manera de descansar y despejarnos. Es importante que sigamos haciendo aquellas cosas que nos gustan y nos aportan placer: leer un libro, ver una película, hacer ganchillo, etc. Encontrar un hobby que podamos hacer incluso estando con el bebé.

- Habla con otras madres. Tener contacto con otras madres ayuda, y mucho. Compartir experiencias, consejos, e incluso calamidades. Ten en cuenta que otras personas que están en tu misma situación sabrán entenderte mucho mejor. 

- Si no notas una mejoría, acude a un especialista. No creas que puedes con todo. Si notas que, a pesar de todos tus esfuerzos, sigues encontrándote mal, no dudes en acudir a un médico o a un psicólogo. Ellos sabrán asesorarte de forma profesional.

Si tienes más dudas, o te encuentras en esta situación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En CIMA - Cuidado Integral de la Mujer en Andalucía, contamos con el mejor equipo de ginecólogos en Sevilla que estarán encantados de ayudarte.